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Noticia
9 de abril de 2019
Bodegas de Jumilla y sus vinos

Largo es el romance de Jumilla y sus gentes con los vinos de jumilla. Cuentan los estudiosos de la historia que las raíces de esta intensa relación llegarían hasta muchos años antes de la romanización de la Península Ibérica.

Así lo probarían los innumerables restos arqueológicos y utensilios encontrados en la zona. Estos utensilios se remontan a la España de los Iberos que, quién sabe si por influencia de los comerciantes fenicios, comenzó a desarrollar una intensa actividad en el cultivo de vides y olivos que aún perdura en nuestros días. Se encuentran en el basamento mismo de nuestra cultura mediterránea.

Pero para entender el porqué de la abundancia de bodegas de Jumilla hay que dar un salto en el tiempo, arribando al siglo XIX. En esta tierra de inviernos fríos y secos, y veranos de extremo calor, cada casa elaboraba sus propios vinos. La elaboración a partir de una variedad muy resistente a las inclemencias del clima y a la falta de lluvias, conocida como “monastrell”. En Bodegas Bleda aún mantenemos una de las enormes prensas que se utilizaban en esas legendarias elaboraciones caseras.

Y parece que a nuestros ancestros jumillanos se les daba bastante bien hacer vino. Tanto que algunos avispados le pusieron dedicación, y terminaron abriendo un importante canal de ventas con Francia de mosto y vino.

El golpe de suerte definitivo vendría con la filoxera. Causó estragos en todo el continente europeo, incluida la Península Ibérica. No afectó a las vides de la zona de Jumilla. Debido a que en sus suelos arenosos la plaga no prospera. Esto desencadenó una intensa actividad vitivinícola en la zona, encontrándose en estos días el origen de muchas de las bodegas de Jumilla, entre ellas, Bodegas Bleda.

LAS BODEGAS DE JUMILLA

Los negocios de base familiar en su mayoría, tomaron consciencia del gran potencial que les ofrecía su peculiar terruño. Comenzaron a interesarse por el desarrollo tecnológico en las elaboraciones. Ya comenzado el siglo XX, y fruto de este interés en potenciar la calidad de los vinos de Jumilla, en 1910 se fundó la Estación Enológica de Jumilla. Nació con el objetivo de asesorar en las técnicas de cultivo del viñedo, en la elaboración de vinos y realizar investigaciones para la mejora de las vides.

El origen de Bodegas Bleda se remonta precisamente a aquellos primerísimos años del siglo XX. Fruto de la unión por lazos familiares de algunas de aquellas pequeñas bodegas de Jumilla. Conscientes de las bondades de los frutos de esta hermosa tierra. Estos fueron pergeñando con esfuerzo y dedicación el actual panorama vinícola de la zona.

COMO CURIOSIDAD DESTACABLE

Bodegas Bleda fue la primera bodega de Jumilla que apostó por comercializar el vino en botella de vidrio. Por increíble que ahora pueda parecernos, no siempre ha sido así. Y gracias a esa osadía, uno de los vinos más antiguos de Bleda, nuestro vino Oro Viejo, se alzó con la medalla de oro otorgada en la Exposición Universal de Barcelona del año 1929, medalla que conservamos con orgullo en nuestra sede, en la que también pueden admirarse algunos de los antiguos instrumentos utilizados para la elaboración del vino a comienzos del pasado siglo. Posteriormente, Bodegas Bleda sería una firme defensora de la calidad de los vinos jumillanos ante el Ministerio de Agricultura, influyendo decisivamente junto a otras bodegas de Jumilla en la creación en 1966 de la DO Jumilla, que es una de las más veteranas de España.

Hoy en día, los vinos de Jumilla ostentan un notable reconocimiento internacional. Nos enorgullece que nuestra familia haya sido partícipe y protagonista de aquellos acontecimientos que llevaron a que decir “Jumilla” sea decir “vino”.

Como decía nuestro predecesor Don Antonio Bleda, en quien siempre buscamos inspiración para seguir adelante, “al pan, pan, y al vino, ¡Bleda!”.